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Dado que alrededor del 40% de las emisiones mundiales de carbono proceden del entorno construido, existen varias iniciativas para reducir el carbono operativo. Pero, ¿qué pasa con el carbono incorporado? Estudiamos soluciones para reducir el impacto anual del carbono incorporado y conseguir edificios e infraestructuras realmente "verdes".
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Como continuación de nuestro artículo sobre el impacto del entorno construido en el cambio climático, con el "código rojo para la humanidad", estamos profundizando en este tema con alta prioridad.
Ganar el reto de reducir las emisiones de carbono del entorno construido podría ser la diferencia entre la supervivencia de la humanidad y la era de la extinción humana.
Esto se debe a que la friolera del 40% de las emisiones mundiales de carbono provienen únicamente del entorno construido.
Desglosémoslo un poco más...
- El 60% de las emisiones de carbono del entorno construido proceden del carbono operativo .
- El 40% de las emisiones de carbono del entorno construido proceden del carbono incorporado.
El carbono operativo son las emisiones de Co2 producidas para alimentar, iluminar, calentar, ventilar y refrigerar los edificios durante su vida útil. Actualmente es el principal contaminante del entorno construido. Lo mejor es medir el carbono operativo junto con las evaluaciones del carbono incorporado.
El carbono incorporado son las emisiones de Co2 producidas por la construcción, la demolición, el transporte y la producción de materiales de edificios y estructuras. La medición del impacto anual del carbono incorporado se realiza mediante evaluaciones detalladas.
Se necesita mucho carbono incorporado para extraer los materiales, fabricar los productos y construir esa nueva estructura operativa eficiente en carbono.Incluso en un horizonte de varias décadas, la estructura puede liberar más carbono incorporado a la atmósfera que el que se puede compensar con la eficiencia operativa del carbono.
Con la descarbonización de las redes eléctricas, los sistemas eficientes de calefacción, refrigeración y aislamiento y otras iniciativas, estamos en el camino correcto para reducir el carbono operativo a CERO. Sin embargo, todavía es demasiado lento y nos queda un largo camino por recorrer.
Si no actuamos juntos ahora, la ecuación se invertirá y el carbono incorporado será el contaminante dominante del mundo construido.
Tomemos un escenario típico... Un gran edificio ha envejecido significativamente y se ha tomado la decisión de demolerlo. El carbono incorporado de los materiales de construcción se devolvería a la atmósfera, luego se necesitaría más carbono incorporado para fabricar nuevos materiales, transportarlos y, finalmente, para la nueva construcción. Y el ciclo vuelve a empezar con la siguiente estructura...
Por lo tanto, las estructuras más "verdes" pueden ser las que ya existen y se reforman (ligeramente) para que sean más eficientes desde el punto de vista operativo en cuanto a las emisiones de carbono. Esto es así según un informe detallado, The Greenest Building: Quantifying the Environmental Value of Building Reuse, de Preservation Green Lab - National Trust for Historic Preservation.
En Screening Eagle, vemos la solución principal en garantizar la longevidad de las estructuras. En general, cuanto más tiempo podamos hacer funcionar nuestros edificios y estructuras, menor será el impacto anual del carbono incorporado.
¿Existe una bala de plata que lo haga todo para las evaluaciones del carbono incorporado? Ciertamente no. Sin embargo, el único denominador común es disponer de datos holísticos y precisos para obtener información práctica. Sólo tiene sentido un informe holístico sobre el carbono incorporado y operativo de principio a fin.
Los datos precisos nos permiten realizar un mantenimiento preventivo. Utilizando los datos de las evaluaciones de carbono incorporado y las inspecciones estructurales, es posible priorizar los planes de mantenimiento en función de lo que hay que hacer inmediatamente y lo que puede esperar. Esto ayuda a evitar situaciones como los fallos estructurales, aumentando así la longevidad de las estructuras.
Con una visión holística, el reacondicionamiento estructural puede llevarse a cabo con éxito para garantizar la durabilidad. La decisión de reformar en lugar de demoler sólo puede tomarse con datos completos, claros y procesables. Evitar la demolición y aprovechar al máximo lo que ya existe reduce significativamente el impacto global del carbono incorporado.
La solución secundaria es el paso a materiales, productos y procesos de alta calidad y respetuosos con el carbono durante el diseño y la construcción.
Nuestra contribución consiste en ayudarle a recopilar de forma eficiente los datos profundos del mundo construido sobre el grado, la salud y el estado de las estructuras para garantizar la calidad de los materiales y la longevidad del mundo construido.
Trabajemos juntos para evitar conjuntamente la Era de la Extinción Humana.
Acompáñenos el 22 de septiembre de 2022 en el evento de lanzamiento de productos y de la ponencia sobre el mundo construido #KEY22SET para obtener más información sobre el carbono incorporado en el entorno construido y las soluciones para la calidad, la seguridad y la longevidad de las estructuras.